Encontrar una buena banda de hardcore no es tarea fácil. Pero lo que es aún más difícil es encontrar una que se mantenga en actividad más de 15 años, sin sufrir cambios de integrantes en el transcurso. Sub Radical es una de las pocas que puede jactarse de aquello. Partieron allá por el año 94 sin más pretensiones que rockear para matar el tiempo. Hoy, 15 años más tarde y con cinco discos bajo el brazo, se podría decir que su motivación sigue siendo exactamente la misma, aunque evidentemente las circunstancias son bastante diferentes.
Practicantes implacables del “hazlo tú mismo”, esta agrupación ha sabido trascender a las tendencias, manteniéndose al margen de las modas de turno. Su música no está para etiquetas; lo suyo es rock duro, uno que surge fruto de las más variadas influencias, las que van desde el punk rock más tradicional hasta la inclemencia del metal pesado.
Con los años lograron encontrar aquello que más debe anhelar una agrupación: un sello propio, el que se manifiesta a través de una propuesta distinta, la que los diferencia de las cientas de bandas que aparecen diariamente y que no son más que copias baratas de las agrupaciones gringas. Es por esto que cuando me preguntan por alguna banda que se asemeje a Sub Radical, nunca he sabido qué responder, ya que buscarles alguna comparación, por lo menos a mí, me complica un poco.
Esta fecha de celebración llegó más bien de improviso, ya que fue anunciada con sólo unos días de anticipación. De esta forma, se programó una tocata que se vino bastante encima, pero que de igual forma era imperdible. La guinda de la torta era un anuncio que se leía en el flyer: esa misma noche se registraría la presentación de la banda, la cual constituirá el nuevo disco de Sub Radical.
Como tantas otras veces, en esta ocasión la tocata se realizó en el Club Mist, en pleno barrio Suecia. Aunque la cita era a las 23 hrs., a esa hora el lugar estaba prácticamente vació. A estas alturas la mayoría se pasa por la raja la puntualidad, lo cual tiene sus pro y sus contra, pero lo cierto es que no tiene sentido empezar una tocata si no hay público. En el local no había más de diez personas y la mayoría estaba instalada en la terraza, por lo que el inicio de la función tendría que esperar otro tanto.
Unas horas después, poco antes de las dos de la mañana, se suben al escenario Alberto “Rojo” Castro (voz, bajo, guitarra), Pato Larraín (guitarra, bajo, voces) y el Negro Vildósola (batería). La espera había sido larga y la vena por el rock estaba hinchada a más no poder. El Mist, aunque no estaba repleto, tenía copada buena parte de su capacidad.
Sin más preámbulos Sub Radical da comienzo a la función y arremete con una de sus mejores ofensivas. “Contingente”, tema que abre su disco debut, “Sigo Respirando” (1999), da inicio a lo que sería más de una hora del mejor hardcore nacional. “Tanta gente se amarga / todos usan sus descargas / es un ciclo deprimente / es humano y contingente” gritaba acertadamente Alberto, causando el deleite del público.
Las canciones corrieron unas tras otras, guardando apenas pequeñas pausas entre ellas. En “Contra el Mundo” el Rojo invitó al baile y la agitación de los asistentes se disparó de un momento a otro. Hubo un intento de pogo, el que se apagó en pocos segundos debido a la estrechez del lugar.
Uno a uno los temas fueron coreados a todo pulmón por la gente, la que a duras penas podía aguantar el ritmo inclemente con que se ejecutaban. Aunque Sub Radical nunca ha gozado de mayor difusión, es una banda que tiene a su público cautivo e incondicional. Para muchos es una de las mejores bandas de Hardcore Punk chilenas en la actualidad. Esto tanto por su sonido inigualable como por la capacidad técnica de cada uno de sus integrantes.
Algo que los caracteriza es el que a la mitad de cada show Alberto y el Pato intercambien instrumentos. En la segunda parte de la función el Rojo se hizo cargo de la guitarra y el Pato del bajo. Con esto dan paso a la ejecución de los temas que se podrían considerar más potentes, como lo son “Niños”, “Bicho” y “Bestia Nueva”. En éstos Sub Radical muestra su cara más oscura, tomando una distancia considerable de sus primeras composiciones, lo cual comenzó a notarse con mayor fuerza luego del lanzamiento de los discos Canciones Para Explotar Volumen 1 (2005) y Volumen 2 (2006). Cabe mencionar que el día de la tocata, ambos discos se encontraban disponibles a sólo mil pesos.
Pero esta celebración no era una cualquiera. Se conmemoraban 15 años desde la primera vez en que este trío, en plena adolescencia, tomaba los instrumentos y se lanzaba en esta carrera. Por esto es que las canciones para la noche del 23 de enero fueron elegidas con pinzas, ya que tendrían que, de alguna u otra forma, abarcar todas las etapas de la banda. De acuerdo con lo anterior y haciendo un homenaje a sus primeros años, apareció de repente uno de los temas más añejos del conjunto, registrado en el “Compilado Círculo Records” del año 97, el que lleva por nombre “Me Arrepiento”. “Si nada es para siempre / cierra los ojos / en el presente todo es decadente” dice la canción, aparecida en aquel cassette que aún anda dando vueltas por algunas tiendas del Eurocentro.
“Nunca habíamos tocado tanto” señaló Alberto. Y era cierto. Las tocatas de Sub Radical nunca se han destacado por su larga duración, aunque sí por su intensidad. Acercándose a la hora de show, la banda va por el último tema de la noche. “Ahora” es elegido para dar cierre a una jornada redonda. Hacia el final de éste, ocurre un desperfecto técnico que afecta a la guitarra del Rojo, lo cual no fue mayor impedimento para seguir tocando. Con un poco de ayuda la banda aperra hasta el final y logra dar término su presentación.
Nadie quería que el jolgorio terminara y ante la efervescencia que se vivía en el Club Mist, la agrupación decide tocar una más. Desde el público se escucha alguien que dice “Herida”. A los de la banda parece gustarle la idea. El tema que da cierre al que es, en mi opinión, su mejor álbum (“En el mundo y sin poder”, 2001) las hizo también de broche de oro para esta celebración. “Te sacaré la piel / te invitaré a comer / tú serás mi comida / comiéndote sabrás / cuánto yo te amé / lo profundo de mi herida” insiste el Rojo, ya con las últimas fuerzas, y el público sube como avalancha sobre el escenario para celebrar en conjunto con los tres integrantes.
En suma, fue una noche en la que Sub Radical demostró una vez más su fuerza demoledora y en la que desplegó todo su potencial como conjunto de trayectoria. El disco en vivo de seguro será una pieza excepcional, y ojalá que vea la luz a la brevedad. Sólo resta una cosa por decir: ¡Larga vida a Sub Radical!. Aunque decirlo suene cliché, están en su mejor momento, más afiatados que nunca y con pila de sobra para seguir otros 15 años más.
Practicantes implacables del “hazlo tú mismo”, esta agrupación ha sabido trascender a las tendencias, manteniéndose al margen de las modas de turno. Su música no está para etiquetas; lo suyo es rock duro, uno que surge fruto de las más variadas influencias, las que van desde el punk rock más tradicional hasta la inclemencia del metal pesado.
Con los años lograron encontrar aquello que más debe anhelar una agrupación: un sello propio, el que se manifiesta a través de una propuesta distinta, la que los diferencia de las cientas de bandas que aparecen diariamente y que no son más que copias baratas de las agrupaciones gringas. Es por esto que cuando me preguntan por alguna banda que se asemeje a Sub Radical, nunca he sabido qué responder, ya que buscarles alguna comparación, por lo menos a mí, me complica un poco.
Esta fecha de celebración llegó más bien de improviso, ya que fue anunciada con sólo unos días de anticipación. De esta forma, se programó una tocata que se vino bastante encima, pero que de igual forma era imperdible. La guinda de la torta era un anuncio que se leía en el flyer: esa misma noche se registraría la presentación de la banda, la cual constituirá el nuevo disco de Sub Radical.
Como tantas otras veces, en esta ocasión la tocata se realizó en el Club Mist, en pleno barrio Suecia. Aunque la cita era a las 23 hrs., a esa hora el lugar estaba prácticamente vació. A estas alturas la mayoría se pasa por la raja la puntualidad, lo cual tiene sus pro y sus contra, pero lo cierto es que no tiene sentido empezar una tocata si no hay público. En el local no había más de diez personas y la mayoría estaba instalada en la terraza, por lo que el inicio de la función tendría que esperar otro tanto.
Unas horas después, poco antes de las dos de la mañana, se suben al escenario Alberto “Rojo” Castro (voz, bajo, guitarra), Pato Larraín (guitarra, bajo, voces) y el Negro Vildósola (batería). La espera había sido larga y la vena por el rock estaba hinchada a más no poder. El Mist, aunque no estaba repleto, tenía copada buena parte de su capacidad.
Sin más preámbulos Sub Radical da comienzo a la función y arremete con una de sus mejores ofensivas. “Contingente”, tema que abre su disco debut, “Sigo Respirando” (1999), da inicio a lo que sería más de una hora del mejor hardcore nacional. “Tanta gente se amarga / todos usan sus descargas / es un ciclo deprimente / es humano y contingente” gritaba acertadamente Alberto, causando el deleite del público.
Las canciones corrieron unas tras otras, guardando apenas pequeñas pausas entre ellas. En “Contra el Mundo” el Rojo invitó al baile y la agitación de los asistentes se disparó de un momento a otro. Hubo un intento de pogo, el que se apagó en pocos segundos debido a la estrechez del lugar.
Uno a uno los temas fueron coreados a todo pulmón por la gente, la que a duras penas podía aguantar el ritmo inclemente con que se ejecutaban. Aunque Sub Radical nunca ha gozado de mayor difusión, es una banda que tiene a su público cautivo e incondicional. Para muchos es una de las mejores bandas de Hardcore Punk chilenas en la actualidad. Esto tanto por su sonido inigualable como por la capacidad técnica de cada uno de sus integrantes.
Algo que los caracteriza es el que a la mitad de cada show Alberto y el Pato intercambien instrumentos. En la segunda parte de la función el Rojo se hizo cargo de la guitarra y el Pato del bajo. Con esto dan paso a la ejecución de los temas que se podrían considerar más potentes, como lo son “Niños”, “Bicho” y “Bestia Nueva”. En éstos Sub Radical muestra su cara más oscura, tomando una distancia considerable de sus primeras composiciones, lo cual comenzó a notarse con mayor fuerza luego del lanzamiento de los discos Canciones Para Explotar Volumen 1 (2005) y Volumen 2 (2006). Cabe mencionar que el día de la tocata, ambos discos se encontraban disponibles a sólo mil pesos.
Pero esta celebración no era una cualquiera. Se conmemoraban 15 años desde la primera vez en que este trío, en plena adolescencia, tomaba los instrumentos y se lanzaba en esta carrera. Por esto es que las canciones para la noche del 23 de enero fueron elegidas con pinzas, ya que tendrían que, de alguna u otra forma, abarcar todas las etapas de la banda. De acuerdo con lo anterior y haciendo un homenaje a sus primeros años, apareció de repente uno de los temas más añejos del conjunto, registrado en el “Compilado Círculo Records” del año 97, el que lleva por nombre “Me Arrepiento”. “Si nada es para siempre / cierra los ojos / en el presente todo es decadente” dice la canción, aparecida en aquel cassette que aún anda dando vueltas por algunas tiendas del Eurocentro.
“Nunca habíamos tocado tanto” señaló Alberto. Y era cierto. Las tocatas de Sub Radical nunca se han destacado por su larga duración, aunque sí por su intensidad. Acercándose a la hora de show, la banda va por el último tema de la noche. “Ahora” es elegido para dar cierre a una jornada redonda. Hacia el final de éste, ocurre un desperfecto técnico que afecta a la guitarra del Rojo, lo cual no fue mayor impedimento para seguir tocando. Con un poco de ayuda la banda aperra hasta el final y logra dar término su presentación.
Nadie quería que el jolgorio terminara y ante la efervescencia que se vivía en el Club Mist, la agrupación decide tocar una más. Desde el público se escucha alguien que dice “Herida”. A los de la banda parece gustarle la idea. El tema que da cierre al que es, en mi opinión, su mejor álbum (“En el mundo y sin poder”, 2001) las hizo también de broche de oro para esta celebración. “Te sacaré la piel / te invitaré a comer / tú serás mi comida / comiéndote sabrás / cuánto yo te amé / lo profundo de mi herida” insiste el Rojo, ya con las últimas fuerzas, y el público sube como avalancha sobre el escenario para celebrar en conjunto con los tres integrantes.
En suma, fue una noche en la que Sub Radical demostró una vez más su fuerza demoledora y en la que desplegó todo su potencial como conjunto de trayectoria. El disco en vivo de seguro será una pieza excepcional, y ojalá que vea la luz a la brevedad. Sólo resta una cosa por decir: ¡Larga vida a Sub Radical!. Aunque decirlo suene cliché, están en su mejor momento, más afiatados que nunca y con pila de sobra para seguir otros 15 años más.
1 comentarios imbeciles:
debe haber estado intratable
aguante subra y los jerks e marzo
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