miércoles, 2 de abril de 2008

Si yo soy así no es por culpa de las drogas ni el alcohol

Para los más devotos del punk argentino y en especial para la fanaticada incondicional que acarrea Flema - y la figura de Ricky, por supuesto - el lanzamiento de un libro biográfico del emblemático líder de la banda, puede presentarse como una instancia alucinante para adentrarse y poder comprender de mejor forma la caótica vida que llevó el "pibe de gerli". Sobre todo si se toman en cuenta la gran cantidad de anécdotas que rondan en torno a su persona, de las que rara vez se puede confirmar su veracidad, convirtiéndose en una especie de mitos urbanos.
En este escrito, el periodista Sebastián Duarte intenta hacer una recopilación exhaustiva de los comienzos de Ricky en el ámbito musical, donde desarrolló una temprana afición por bandas de heavy metal tales como Black Sabbath, tiempo en el que formó su propio grupo llamado Overkill, para luego de un lapso, formar una de las bandas más trascendentales del punk rock argentino: Flema. También se examina parte de su adolescencia y su incipiente descontento con la sociedad, el cual lo condujo a llevar una vida extrema colmada de vicios y excesos.
Una serie de datos interesantes los cuales pocas veces se tiene la oportunidad de conocer, como las circunstancias particulares en que fueron escritas las letras de Flema, los primeros shows de la banda, la constante ida y venida de integrantes en sus inicios (de los cuales sólo Ricky perduró), entre otras cosas, son ingredientes que le dan un toque especial a este libro, haciéndolo una fuente excepcional de información. Y si bien éste se limita a relatar el acontecer diario y la gran amalgama de vivencias del trasandino, cumple su función al aunar y dilucidar los primeros años de existencia de una de las agrupaciones más transgresoras y que ha marcado de manera transversal a la escena del rock under argentino, a tal punto que hoy en día existen bandas que se inscriben dentro del estilo "punk rock espinosa".
En resumen, un libro liviano, entretenido y que ayuda a comprender un poco más la vida desenfrenada de Ricky, quien, debido a su nihilismo exacerbado, se ganó el apodo con que se titula esta obra.

Ricky de Flema: El Último Punk

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